La vida es sueño - LVES

Prefacio

Miró la pantalla frente a él con atención, leyó los comentarios que se deslizaban con rapidez. Tweek no buscaba nada específicos en ellos, quizás retener algún mensaje positivo, un halago o tal vez un insulto. Nunca faltaba alguno.

Había roto su propio récord de espectadores sin la ayuda de ningún otro streamer. Era su logro, la recompensa de meses de trabajo diario. Sonrió debajo de su máscara, solo para él, nadie sería capaz de notarlo a menos que hablara. Pero su felicidad se lo impidió, no quería ser demasiado notorio.

"Estoy orgullo de ti, volviste a superar tu marca diaria" dijo la voz mecánica. El comentario enloqueció aún más el chat, fue cuestión de segundos para que las palabras "felicitaciones" y "orgullo" comenzaran a ser repetitiva.

Tweek reparó el nombre del mensaje, no era nada extraño que ese sujeto fuera el primero en notar su pequeño gran logro. Su nombre aparecía en cada uno de sus streams al donar grandes cantidades de dinero, nunca lo había dicho en voz alta, pero Tweek le guardaba un especial cariño, en su mente lo consideraba su seguidor número uno.

Él le había ayudado mucho con las deudas desde que había comenzado a donar.

—¡Gracias, SpaceBoy! —dijo, ya sin ocultar la emoción. —Gracias a todos los que están aquí, todo lo que estoy logrando a gracias a ustedes. ¡Los espero mañana con un gran anuncio!

Tweek sacudió su mano hasta que la cámara se apagó y la pantalla frente a él quedó en negro. Una vez que se aseguró de estar fuera completamente del stream desajustó el cordón que sujetaba la máscara a su cara.

Se miró el reflejo de la pantalla oscura, las ojeras debajo de sus ojos comenzaban a desaparecer. Sin embargo, una sombra oscura aún persistía allí. Eso era él en realidad, y no le agradaba.

Un omega de veintidós con años de deudas detrás de él, deudas que comenzaban a desaparecer lentamente. A pesar de no sentirse cómodo con su propio reflejo sonrió, no le importaba que la personalidad frente a la cámara no fuera real. Le agradaba ese otro yo que no temblaba ni tartamudeaba. Uno que puede fingirse feliz.

Una notificación sonó en la computadora, se trataba de un mensaje en Twitter. Ya faltaba poco para poder terminar de pagar los meses atrasados de alquiler y finalmente comprarse un celular. ¡Llevaba tanto sin uno!

No era cómodo hacer todo con la notebook con el que trabajaba, no podía evitar el miedo de filtrar algo ridículo sobre sí mismo como las búsquedas.

Lo cierto es que había estado esperando ese mensaje durante todo el día, su único moderador se había encargado de hablar con aquellos streamers grandes de la plataforma. Habían reglas de comportamiento y obligaciones que debía cumplir. Si todo salía bien, en los próximos días tendría mucho trabajo.

Bunny: Satán, mira esto. Es el reglamento que debes leer y aceptar antes de cerrar trato con esta nueva serie.

Tweek leyó el mensaje varias veces mientras mantenía una sonrisa tonta en su rostro. Su carrera despegaría a partir de ese momento, ya no habría hambre, deudas y, lo más importante, podría vivir tranquilo.

Apretó el link, una pestaña emergente se abrió y comenzó a cargar.

La pantalla se oscureció de pronto, las luces de la computadora se apagaron. Tweek frunció el ceño, no comprendió lo que ocurría; nunca le había fallado. Apretó el botón para encenderla, pero nunca ocurrió.

La pantalla mostraba algunos códigos y volvía a apagarse de nuevo.

¿Qué era eso que le había enviado Bunny?



...



¡Hola! Quizás alguien pueda reconocer el título del fanfic de otro lado, lo modifiqué y agregué otros detalles para poder continuarlo. 

Estuve pensando durante semanas el nombre de streamer de Tweek, no quería caer en los nombres que el fandom ya inventó o que estuvieran en otros fanfics. Así que pensé en el Tweek diablillo para crear su propia marca. No sé si Satán sea el nombre más acorde, pero me gustó. 

Quiero advertir que esta historia va a contener temas un poco más fuertes de los que estoy acostumbrado a escribir. Y me basé en muchos manwhas y novelas chinas, así como lo hice en Eres mío y como en otras historias mías.

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