Lemon boy

 Capítulo 1


En los últimos meses, la vivencia en su hogar se había vuelto un completo caos gracias al despido de su padre. No pudieron ajustarse a la mitad del dinero que solían tener para vivir, la situación se volvió desesperante y finalmente todo explotó. Su padre debió ir a otro lugar en busca de oportunidades, sin ninguna seguridad de que podría estar bien por sí mismo hasta que pudiera encontrar trabajo.

Su madre había mostrado enojo, pero tan pronto como la casa quedó en silencio después de la despedida, se encerró a llorar en su cuarto sin cenar. En realidad, tampoco Tricia ni él habían podido comer algo, aunque lo desearan.

Craig despertó a la mañana siguiente con los ojos enrojecidos y el alma arrancada. Se había mantenido alejado del asunto, pero mentiría si dijera que no le causaba un gran dolor lo que le había ocurrido a su padre. No sabía de qué forma ayudar.

Calentó leche para Tricia, él podía aguantar un poco más. Se limitó a beber té y a comer un par de galletas antes de ir a la escuela.

El ambiente escolar le hacía bien, lo alejaba de todo y podía estar con sus amigos por largas horas. En la entrada siempre se reunía con Clyde y Token, lentamente se sumaba el grupo de Stan y después las chicas.

Era su momento favorito, cuando podía ver la tímida sonrisa de Annie mientras se acercaba a saludarlo con un beso frío en la mejilla. Sus amigos lo miraban con complicidad, todos estaban esperando a que diera el paso de proponerle una relación seria.

Ya no eran unos niños. Necesitaba hacerlo formal para que ningún otro chico la pretendiera y poder ir a su casa sin que su madre lo mire mal.

Annie era la chica más bonita de cuarto año. Craig se había vuelto la envidia de todos.

—Creí que nunca ibas a superar esa etapa gay. Me alegro que avanzaras —le susurró Clyde con una sonrisa orgullosa.

El castaño había sido testigo de todo su sufrimiento desde hace años, después del accidente de Tweek. Había sido difícil el solo hecho de pensar en olvidarlo, incluso lo había odiado por algún tiempo y había deseado cosas malas para el rubio, pero Clyde le hizo ver su error. Al final, lo perdonó.

Abrió los ojos para ver a las personas que tenía delante, entonces Annie iluminó su panorama volviéndose el ser más hermoso. Era pequeña, dulce y simpática, lo que la hacía muy popular y adorada en South Park.

Ocupó los lugares del medio junto a Clyde, Token se sentó frente a ellos para luego darse vuelta y hablar sobre la tarea que debían entregar.

—¿Podrías callarte por un momento? —le dijo el castaño, sintiéndose irritado por el tema de conversación.

Token se calló solo porque la profesora había entrado al aula pensativa. Su rostro mostraba cierto disgusto, por lo que podía deducirse que iba a ser una clase mortalmente aburrida.

Craig recargó su mejilla en su diestra y cerró los ojos. No quería tener clases de esta forma, hubiera preferido quedarse en su solitaria habitación odiando su existencia.

—Sé que puede sonar extraño para esta época del año, pero hoy recibiremos a un nuevo alumno.

Ahora entendía porqué su mala cara, un nuevo estudiante significaba el doble de trabajo, debía recibir un trato especial para que pueda acomodarse a los mismos temas que habían estado estudiando durante todo el año. No tenía interés, escuchó la puerta abrirse y cerrarse tímidamente, unos pasos lentos y un silencio profundo.

"¿Quién es ese rarito?"

"Psicópata"

"Debe pensar que es Halloween"

Los murmullos no tardaron a entrar en escena, no era algo que Craig hubiera esperado escuchar. Abrió los ojos para comprobar la figura silenciosa frente a él. Los comentarios extrañamente parecían ser los correctos. ¿Qué clase de ridículo usaría una máscara delante de otros? Era de un plástico sólido, blanca e inexpresiva.

—Tweek, vete a sentar. Chicos, por favor sean amables con él —dijo la profesora de forma autoritaria.

¿Qué?

El silencio volvió a reinar, Craig fue incapaz de exhalar el aire de sus pulmones. El cabello rubio estaba sujeto con las correas de la máscara, no dejaba ni un centímetro de piel a la luz. Sin embargo, no era necesario para saber que realmente se trataba de él.

Tweek. El mismo Tweek que había robado sus suspiros y quien había sido el culpable de sus lágrimas por años. Ahora volvía a aparecer frente a ellos sin siquiera un saludo o una simple mirada.

El rubio enmascarado caminó de forma mecánica hasta los asientos del fondo, donde nadie quería sentarse, y se instaló sin decir ninguna palabra a pesar de estar delante de tantos ojos.

—No lo puedo creer... —resopló Cartman. —Tweek se volvió un bicho raro.

Se escucharon algunas risitas y murmullos.

Craig no sabía qué era lo que debía sentir en aquel momento. Desvió su mirada hacia el frente, sin ser consiente de que su mano estaba apretando su pecho.

¿Qué tan desfigurado había quedado el rostro de Tweek por el accidente?





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